lunes, 12 de enero de 2015

DEBATE: ¿El Cable Coaxial está en extinción ?

Utilizado para todo tipo de conectividad que requiera el transporte de señales de radiofrecuencia o datos (redes de ordenadores) en forma física, el Cable Coaxial tiene una historia casi centenaria llevando y trayendo gran parte de la información que consumimos y/o generamos a diario. Sin embargo, un fantasma de luz acecha día a día su supervivencia en el escenario electrónico: la Fibra Óptica. Nacida para transportar información es la candidata natural para reemplazar al Cable Coaxial (que de hecho, ya lo está haciendo en muchos ámbitos). Este no es un artículo técnico plagado de fórmulas y leyes de la física, sino la invitación a un debate técnico, donde los fundamentos teóricos y empíricos nos puedan dar una percepción del futuro que le espera a ese fiel servidor de comunicaciones: el Cable Coaxial. Te invitamos a leer el artículo y que nos brindes tu opinión. El debate está abierto y ya conocen mi opinión, me gustaría leer la de ustedes. 



El nombre técnico apropiado para este componente, empleado en el enlace eléctrico entre equipos que necesitan intercambiar información entre sí, es “Línea de Transmisión” o “Línea de Enlace”, de acuerdo a los diversos ámbitos en los que se desenvuelva la actividad que lo involucre. Sin embargo, el nombre “popular” es el de “Cable Coaxial” que deriva de su arquitectura física. También mal-llamado “Coaxil” sin más, es lo que conocemos como el elemento longitudinal encargado de llevar y/o traer señales digitales o analógicas de un equipo a otro, de una antena hacia un TV, de un reproductor de video hacia un sistema de proyección, por citar algunas de las infinitas aplicaciones que podría tener este tipo de cable.


Prestemos atención a esta aclaración: “señales eléctricas”. Si bien podría transportar energía eléctrica domiciliaria, su creación fue orientada al uso en áreas de pequeñas o potentes señales, pero orientando su uso a la radiofrecuencia.


Gracias a su bajo coste y amplia disponibilidad de mercado, ha sido siempre la elección obligada de los instaladores para enlazar dos (o más) equipos electrónicos entre sí y, de este modo, favorecer su funcionamiento en conjunto. Como todo material tecnológico, existe una diversidad de modelos, tipos y clases que no es el espíritu de este pequeño extracto aclarar en demasía, pero podemos expresar que, para cada aplicación en particular siempre habrá un cable coaxial con las especificaciones adecuadas a fin de lograr un funcionamiento óptimo y eficaz de todo el conjunto inter-conectado. Por ejemplo, el tipo de cable utilizado en instalaciones domiciliarias de televisión por cable, no podría ser jamás el mismo que se utiliza para salir desde un transmisor de Ondas Cortas para irradiar en su antena una potencia de 50KW (Kilo-Watts, o Kilo-Vatios).


Este “reinado”, que comenzó durante 1930, con las transmisiones de radiotelefonía impulsada por los radioaficionados experimentadores y por las emisoras de "Bradcasting" o comerciales, está viendo su llegar su ocaso con la aparición, cada vez más cotidiana, de la “Fibra Óptica”. A diferencia del anterior cable, que basaba sus propiedades de transportar información, en los principios eléctricos del cobre (o del material conductor con que estuviera construido); la nueva estrella de las comunicaciones sustenta su funcionamiento en la transmisión de un elemento que no requiere demasiada energía para trasladarse a centenares de kilómetros: “la luz”. A diferencia de la electricidad, que requiere energía para ser impulsada, la luz “mientras encuentre sobre una vía de conducción apropiada” puede viajar centenares de kilómetros (de un país a otro) sin necesidad de equipos especiales, sólo cuidando que los conectores extremos (especiales y de alta precisión) sean los apropiados para este material y que los cortes de inicio o terminación, sean realizados con herramientas que permitan alcanzar una sección (corte) tan exacta como sea posible.


Los canales de TV por cable, que recorren ciudades enteras con sus extensas redes cableadas y costosos amplificadores de señal, están reemplazando la obsoleta tecnología del cable coaxial, poco a poco, por fibra óptica que no requiere cuidados especiales, diferentes a los que ya conocíamos para el cable coaxial. La fibra óptica (un trozo longitudinal de material translúcido), incluso, está ingresando en las pequeñas instalaciones donde la conectividad de alta calidad y velocidad de datos lo requiere y exige. Desde la sala de control de un estudio de grabación o de televisión, hasta la parte trasera de nuestro ordenador. En los próximos años, cuando la industria logre bajar aún más los costos de esta materia prima, los conectores y las herramientas de ensamblado alcancen una popularidad importante, su uso se extenderá y ocupará la mayoría de los lugares donde hoy habita el cable coaxial, para su tarea de transporte de datos.


En este punto de la lectura no debemos confundir un principio básico de la electrónica que ya advertimos antes. La fibra óptica no puede transportar energía (tensión y corriente), junto a la información (solo luz), mientras que el cable coaxial sí puede hacerlo. Un ejemplo claro y habitual de esto se observa en muchos amplificadores de bajo nivel de ruido (LNA – Low Noise AmplifierLNB – Low Noise Block down-converter , LNC – Low Noise Converter o LND – Low Noise Down-converter) utilizados en las antenas de recepción satelital o para enlaces terrestres de micro-ondas. Es decir, por el mismo cable se lleva energía de alimentación al dispositivo ubicado en la parte extrema de la antena y se extrae la señal útil, amplificada o procesada en forma adecuada, para su utilización posterior. En el caso de la fibra óptica, tendríamos un escenario ideal para el transporte de estas señales, pero se debiera llevar la energía por otros medios hacia la zona conocida como “iluminador” y ya estaríamos agregando un costo extra al montaje, tanto en materiales como en mecanizado.


El tiempo y la historia ya están en curso, ellas tendrán las respuestas a este próximo (y apasionante) capítulo de la electrónica y las telecomunicaciones. ¿Se salvará el cable coaxial de su extinción? ¿O desaparecerá y se utilizarán otros medios para su reemplazo? ¿Tú que opinas?

4 comentarios:

Guillote dijo...

Puede que esté influenciado por el hecho que trabajo en una empresa de TV e internet por cable, pero desde mi punto de vista la fibra optica pierde su practicidad para la distribucion domiciliaria de servicios. Es un gran elemento, pero requiere de mucho cuidado a la hora de empalmar y conectorizar. Lo más práctico desde mi punto de vista es un modelo donde coexisten ambos elementos, donde la fibra optica transmite informacion en grandes distancias, pero luego se lleva hasta el domicilio a traves de un cable coaxial.
El gran limitante hoy es la necesidad de llevar la TV analógica en paralelo con lo digital, pero llegado el momento que se haga el "apagón analógico" va a quedar mucho espectro de frecuencias para poder transmitir inmensas cantidades de información.
Las ventajas del cable coaxial son muy obvias cuando hay que hacer un empalme o cambiar el recorrido de una instalacion domiciliaria, con herramientas muy sencillas se logran resultados óptimos.

Mario dijo...

Excelente análisis Guillote !
Tal vez en algún tiempo tengamos las fibras y los conectores tan optimizados y a un coste reducido que existirán los recortes de medidas estandarizadas con conectores en ambos extremos y en ese otro caso (de la conexión domiciliaria) también se llegue y termine con una fibra. Tal vez a nivel industrial la fibra reemplace totalmente al coaxial y éste quede relegado a un segundo escalón tecnológico, donde pueden encontrarse las tareas realizadas por el usuario medio. Por supuesto, siempre contando con la reducción progresiva de costos.
Gracias por tu opinión Guillote !

Anónimo dijo...

Creo que la tendencia sera la de transmitir todo sin cables (inalambrico) es lo mejor, lo de hoy y el futuro próximo. Coaxial y fibra óptica, tendrán un solo destino ... ¡desaparecer!

Anónimo dijo...

Devate? el cable coasial es eso un cable, nose q mas se puede decir.